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sábado, 31 de diciembre de 2016

Feliz 2017

El mismo día, sin falta, todos los años,
Decimos al nuevo "Hola" y al viejo "vete",
A las 19:00, guapetones, un buen baño,
A las 21:30, el jamón y las servilletas de paño,
Y a las doce, horas y uvas: ¡¡Feliz 2017!!

Un saludo, Domingo.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Hace casi un año

Hace casi un año hice una foto y la puse en mi perfil de Whatsapp. No era sino la foto de uno de los postres de la cena de fin de año. El postre, que había sido adornado con un 2016, había sido empezado y quedaba en torno a tres cuartos del mismo. El mensaje de estado era "El 2016 está ya medio comido" ... o algo así. Ciertamente un mensaje excesivo para un 1 de enero pero que al final he percibido como plenamente acertado. El 2016 no es que esté medio comido sino que, a falta de 5 días, se puede decir que ya ha acabado.

En 5 días pueden pasar muchas cosas y hasta otro mito musical podría irse. Ayer fue George Michaels a los 53 años (debo reconocer que pensaba que tendría unos 10 más). Sin embargo, lo normal será que en estos 5 días no pase mucho y que pueda abrir con cierta seguridad el blog para el año próximo.

Así pues, hagamos balance de este 2016. Al mirar las entradas, una de las cosas que he notado es que se va de forma parecido a como vino. Con multitud de ideas en mi cabecita. A diferencia del año pasado, estas están relacionadas con el trabajo y sí las he apuntado. A ver si alguna vez se materializan.

Llama también mi atención el lema elegido para el blog, "Un año en construcción". Pues sí, en construcción. La casa estuvo en construcción unos 8 meses y al final ha quedado en un estado bastante aceptable. Habría que planear la fase dos pero creo que durante unos años no habrá ni dinero ni tiempo ni ganas. Lo que sí ha estado en construcción durante los 12 meses es mi propia persona. A nivel profesional ha sido un año interesante. Con altos y bajos pero con balance bastante positivo definido fundamentalmente por la posibilidad de "volver a mis raíces".

Sin embargo, no es lo único que tengo en construcción o, mejor dicho, que voy desarrollando. La casa me ha proporcionado un trabajo que a la vez es un hobby. Un interés por esas cosas que el hombre ha disfrutado/padecido durante siglos y siglos. Podar un árbol, picar leña, tapar los agujeros que hacen los perros ...

Ese nuevo trabajo / hobby no ha reemplazado al deporte pero el deporte sí que se ha reemplazado a sí mismo. La lesión en el talón me ha hecho decantarme casi al 100% por dejar el fútbol de los jueves e intentar pasar al pádel. En cierta forma un cambio natural a ciertas edades :-). Y es que no lo pensé o si lo hice no lo recuerdo pero este año ha sido también el año en el que ya oficialmente no soy un joven sino simplemente un hombre ... camino casi a madurito porque al igual que el postre, eso llegará antes de que me dé cuenta. ¿Quién sabe si el resfriado interminable no es el primer síntoma?

Ahh, por supuesto no puede acabar el año sin hablar del reto lingüístico para la próxima década. Si los 20 fueron para el inglés y los 30 para el francés, en los 40 toca el alemán. Al menos poder leerlo. Por el momento la cosa va bien y las nuevas tecnologías la verdad es que facilitan la tarea. Este es el motivo por el cual he decidido que el nuevo lema será: 2017 Willkommen

Nos vemos en el 2017 ;-).

Un saludo, Domingo.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Salud, Inteligencia Artificial y Deustch

Durante varios períodos en mi vida he escuchado hablar, he leído o simplemente me he informado o desinformado (imagino que dependiendo de a quien escuches) sobre la inteligencia emocional. No sé decir si ha sido una moda y si lo ha sido si ha sido una pasajera o no. El caso es que recientemente me ha pasado lo mismo pero con la inteligencia artificial. Los avances o intentos de ellos de diferentes grandes compañías, Google a la cabeza, han llegado a copar algunos titulares. Como no veo televisión no sé si han llegado también a la pequeña pantalla aunque me imagino que así habrá sido. 

Uno de las aplicaciones más citadas ha sido la siguiente:
https://quickdraw.withgoogle.com/

Es uno de los experimentos que se puede encontrar en https://aiexperiments.withgoogle.com/

El caso es que me interesó la tecnología que hay detrás y me puse a investigar. Comprobé que uno se puede adentrar en las bases de la inteligencia artificial de forma relativamente sencilla si conoce algunos lenguajes de programación que están en boga y, por supuesto, sabe inglés. Uno de los ejercicios básicos es el de discernir el número en una imagen a partir de patrones de números. Algo parecido se hace también con, por ejemplo, fotos de animales. Hay webs en las que puedes seleccionar la foto de un animal y te identifica qué tipo de animal es y además te dice la certidumbre que tiene. Incluso en Google Fotos puedes hacer una búsqueda por "labrador" y te enseñará todas las fotos que hayas sacado de tu labrador pero no las de tu pastor alemán. Bueno, más o menos, puede que algún podenquito se cuele ;-).

Así pues, en parte por interés personal, en parte por interés profesional, he estado leyendo sobre ello. Al final la inteligencia artificial es bastante rudimentaria y en muchos casos se diferencia poco de la fuerza bruta. Cuantos más fotos tenga de algo, mejor sabré y una nueva foto se parece o no mediante métodos estadísticos. Sin embargo, hay un enfoque me que me gustó particularmente porque me pareció más "humano" y es el aprendizaje basado en recompensas. No sé si se basa, más bien es al revés, hay un estudio de una famosa universidad en la que hacen un programa al que enseñan a jugar a juegos de Atari a base de recompensar acciones aleatorias que son positivas y de penalizar aquellas que no lo son. Ciertamente esto no es la panacea. No pueden saber si disparar en la pantalla 1 a algo puede tener un efecto vital en la pantalla 3 pero a corto plazo los efectos son bastante impresionantes.

Por ejemplo aquí hay una adaptación de ese estudio en un juego relativamente básico pero con cierta complejidad. Un pequeño robot puede detectar distancias a pareces, manzanas y venenos. Siempre que se estampe contra una pared o coma veneno, será penalizado. Siempre que se coma una manzana, será recompensado. 
https://cs.stanford.edu/people/karpathy/convnetjs/demo/rldemo.html

Tras 10 minutos de aprendizaje (o dándole al botón Load network from JSON ) podremos comprobar cómo el robot será muy hábil y evitará muros y venenos mientras que se comerá las manzana que pueda detectar.

Y aquí dejaremos el primero de los tópicos que quería tratar, que no es el primero que comento en el título pues ya se sabe que la salud es lo primero. Al menos en el título :-). Y mi salud se ha visto ligeramente comprometida este último mes con un catarro que no hay forma de que se vaya. Parece ser que ya lo voy consiguiendo pero ¡hay que ver qué trabajito!. Entre otras cosas es una delicia poder escuchar las cosas tras semanas de oídos taponados. A ver si el deporte ayuda a poner los mocos por ahí y a ponerme de nuevo en forma, que ya va siendo hora. Hoy al menos apenas me ha molestado el talón. Algo es algo.

Y lo último es que ... unos 10 años después de aquel Ich Lerne Deutsch que escribí en el blog, hoy puedo decirlo de nuevo. He empezado con Duolingo y la verdad es que no está mal. Es un enfoque un tanto curioso porque parece más un juego del que se espera que tú aprendas la gramática. O quizás se espera que tú lo busques por tu cuenta o hables en sus foros. Por el momento, me dice que mi nivel de alemán, tras un mes escaso de aprendizaje, es de un 25%. Algo tienen que decir, claro está :-). Me da que es algo así como que cada 10 nuevas palabras es un 1% de forma que al aprender las 1000 palabras ya llegas al 100%. Como aquel curso de inglés "Aprenda inglés con 1000 palabras". Lo digo porque tiene un índice de las palabras aprendidas y creo que eran 200 y pico. O lo mismo es solo casualidad. Ya lo iremos viendo.

Bis bald, Domingo.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Rap .... con la O, No los controlo

Unas cuantas definiciones casi improvisadas.


  • Gozos: Tonos cortos o sordos. Morbosos coros porno sonoros con son. No los controlo. Son gozos.
  • Cojos: Godos o gordos, Los rondo, los cojo, ¿no los controlo? ... los corto, los rompo. ¡Socorro!. Los ojos rojos, rotos con dolor. Son cojos.
  • Tontos: Locos con mocos, bobos los ojos, ¿No los controlo?, ¡Cojón!. Son  tontos.
  • Sordos: Toco poco. Toco. Toco con son. Toco todos los modos. No lo logro. Vosotros como corchos. No los controlo ¡Coño!. Son sordos.
  • Gordos: Col, cocos ... ocho tochos con olor: los como. Como todos, los como. No lo controlo, No los controlo. ¿Fotos con vosotros? No, con nosotros los fofos. Somos gordos.
  • Cóndor: Pollo solo. Fondo con sol color formol. Corro, Monto foto con tonos rojos. Logro foto con tonos tontos. No los controlo. ¿Cóndor? No.
Un saludo, Domingo.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Rap ... con la A

Esta semana escuché una entrevista al rapero Nach. El motivo no era otro que la presentación de un libro de poesía y la persona que lo presentaba era definida por el locutor de radio como "el mejor poeta vivo" de acuerdo a sus gustos. Era por tanto la presentación de un libro de poesía con profundidad, no un vanidoso intento de conseguir monetizar tu fama como cantante en un público que puede incluir, o no, al tuyo.

Durante la entrevista sonó una canción, una canción que yo ya había escuchado con anterioridad:
https://www.youtube.com/watch?v=pKiBn5PWpxw

Esta, con sus obvias características, se unía a otra más "típica" que habían puesto en otra sección del programa hacía unas semanas. No sé si el autor es el mismo pero podría serlo. No sería tanta casualidad. Como tampoco lo sería que ambas canciones hubieran sido seleccionadas por alguien  que evidentemente no puedo ser yo y que yo la haya escuchado alguna vez mientras jugaba al fútbol. Ummm, espero no meterme en un lío con la SGAE, no debiera pero con la SGAE nunca se puede estar seguro :-).

En cualquier caso, la música me sonó familiar. Además, al igual que cuando la escuché por primera vez, me llamó la atención lo mismo que a todo el mundo, los textos usando solamente una vocal. Me recordó a aquella vez que vi una historia, una sucesión de palabras, que eran completamente diferentes dependiendo de si se leían al derecho o al revés. Muy parecida a aquella otra historieta cuyos renglones, leídos al derecho o al revés, también daba lugar a dos resultados completamente distintos. No dejan de ser juegos ... y a mí me gusta jugar.

Hoy empezaremos con la A.

Tra, tralará, tralará
Canta la rana cada mañana,
Mañana cantará la rana, saltará la alarma.
"Matar, matar, matar ..."
Alarga la palma la alarga, la alarga, la para.
"Calma, calma, calma"
Anda hasta la taza, caga, la plasta mancha ... argggg
Nada a la panza ... a la caza va la falsa rata.

Amanda va a la casa; la cara lavada
Danzará, danzará hasta las tantas,
Las almas vanas, Las malas ratas vagan, las ratas pagan, Amanda nada gana.
La mala rata paga la pasta para amarla.
Amanda traga sal amarga, la cara plana
¿La asaltarán, la raptarán, la arrastrarán hasta la cama?
¿Atarla, catarla, matarla?  ...

Amarla, amarla, amarla ... La rata ama a Amanda
La calma, llama a la pasma, la saca
¿Malvada rata canalla? santa, casta.
Amanda ama a la rata .., a la rana, a la alarma ... al altar
La amará cada mañana, nada basta.
Mañana cantará la rana, saltará la  alarma.
Amanda charlará, cantará, amasará la tarta ... amará ...
"Calma, calma, calma"


Un saludo, Domingo.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Un grano no hace granero

Pero ayuda a su compañero. Eso es lo que decía el refrán que aprendí de pequeño. No recuerdo muy bien cómo pero creo que, de alguna forma, llegó a mi poder un libro de refranes con dichos que no todo el mundo conoce. Amigo que no presta, cuchillo que no corta, que se pierdan, poco importa. Ese seguro que es del libro. El del título, no estoy seguro. Más bien creo que se lo escuché a mi abuela alguna que otra vez.

La sabiduría popular es doblemente sabia, La gente y el tiempo han ido realizando esa labor que la RAE se reserva para el idioma, ha limpiado, ha fijado y ha dado esplendor. No siempre en forma de refranes, a veces, simplemente, en forma de libros. O en forma de párrafos geniales. Dicen que la rosa del Principito era especial porque era suya o por el tiempo que le había dedicado que viene a ser lo mismo. Dicen que al protagonista de Moby Dick pueden llamarle Ismael. Dicen muchas cosas de las cuales no me acuerdo.

Mi memoria nunca ha sido mala, más bien al contrario. Y al igual que todo el mundo (creo) siento que lo es. De no ser así, no entiendo los anuncios en la radio de productos que mejoran la memoria. A mí, me ha pasado desde pequeño con, por ejemplo, los nombres de las personas. Pasados unos años, pocos, hasta olvidaba el de mis profesores. Los envidiaba pues años y años después ellos eran capaz de seguir recordando los de sus alumnos. Quizás es un tipo de memoria como la de los camareros, especialmente entrenada, hipertrofiada, casi.

En cambio, hablo con personas sobre cosas que sucedieron no hace mucho y veo que sí las recuerdo y ellos no. Y hablo de personas que se presuponen que son muy inteligentes y deben tener también una buena memoria. Eso, la verdad, me tranquiliza. Al menos un poco. Todavía me inquieta el no recordar exactamente todos los nombres pero quizás es solo porque quiero recordarlo todo y, tal como decía Sherlock Holmes, la memoria es finita y el espacio que tenemos limitado. Si hay algo que entra, otra cosa debe salir. Y a lo mejor esa cosa que debería salir es más importante que la que te gustaría que entrara. De ser así, bien está el no recordar.

Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero. Todo recuerdo, toda memoria que guardemos, que sea significativo. Tengo la sensación de que eso me hace más feliz. Y tengo la sensación también de que ya tendremos tiempo de olvidar. ¡Será por tiempo!

Un saludo, Domingo.


sábado, 29 de octubre de 2016

Decrepitud

Decrepitud me suena a chicos exploradores, a furgonetas "camperizadas", a barbacoa y a castañas asadas. Decrepitud me suena a algo que crepita y quizás la raíz latina es la misma. Sin embargo, la decrepitud tiene peor prensa, indudablemente. Y no es de extrañar pues es nuestro talón de aquiles y más concretamente el talón de aquiles de mi talón de aquiles.

Aunque, a fuer de ser honesto, no es solo mi tendón sino cualquiera de ellos cuando se ve sometido a un sobrepeso de incluso solo 3 ó 4 kilos más de lo usual. Así que, bien sea por casualidad, bien por edad o bien por esos helados del verano, ando arrastrando problemas en el talón y hasta los pies.

He dejado el fútbol de los jueves temporalmente y estoy meditando que sea definitivo y sustituirlo por un deporte que castigue menos las articulaciones. El pádel podría ser el nuevo fútbol siete. Ya veremos.

Por lo demás, sigue el goteo de actuaciones que, poco a poco, van dejando una casa más conforme al ideal que uno tiene y menos a la realidad común que es que toda casa que se precie tiene que tener cosas inacabadas, cosas inútiles y ... aquello en lo que normalmente no reparamos porque nos gusta como está. Todo llegará.

Un saludo, Domingo.

sábado, 15 de octubre de 2016

Y otra media

Par de semanas productivo el que hemos pasado. No solo el otro par de eventos sociales pasaron sino que he podido terminar de pintar la habitación. Para el segundo par de semanas, tercero de la entrada, del mes de octubre hay previstos un nuevo evento social (boda) y lo que sea que pueda seguir en las pocas horas de luz que quedan antes del cambio de hora.

Quizás debería ir haciendo una lista de cosas que tengo que hacer, cosas que puedo hacer sin luz natural y cosas que voy a tener indefectiblemente que dejar para los domingos. O eso o levantarme temprano, que es lo que realmente debería hacer. Aunque también es cierto que para hacer eso, además de ganas, el físico debería acompañarme. No menos de dos semanas más es lo que calculo para poder tener el talón a punto. Y eso si es que consigo deshacerme del resfriado pues no será la primera ni la última vez que un resfriado me dura un mes.

En cualquier caso, la cosa marcha y lo hace en varios frentes. A punto estoy también de acabar otro de mis retos literarios, leer el Conde de Montecristo en versión original. Tras él, la idea sería continuar con ese propósito malogrado hará 10 años. Aprender alemán. Ich lerne Deutsch, se titulaba aquella entrada en el blog.

Seguiremos informando.

Un saludo, Domingo.

sábado, 1 de octubre de 2016

Media habitación

Un par de semanas para pintar media habitación. No está mal. En horas quizás no han sido tanto pero en tiempo efectivo que he podido dedicar parece que sí. Parece que el tiempo en la nueva casa ha cambiado de dimensión, hay más cosas que hacer y todas necesitan más tiempo. Acaba de empezar un mes y, cuando acabe, pronostico que habré acabado la otra media habitación, podado algún ¿medio? árbol y alguna que otra cosa suelta por aquí y por allá.

¿Cómo estará todo dentro de un año?. Interesante pregunta.

Un saludo, Domingo.

sábado, 24 de septiembre de 2016

Jack the Ripper (Relato)

La víctima:

Siente la espada invisible, una corriente de aire te toca,
Su filo mellado te araña, el vaho se hiela al salir de tu boca,
Su filo se clava, tu carne se entrega, no se funden, eres funda,
La hiel de gallina en su luna de piel, otra gota, otra, rezuma la miel,
Sin fuerza y con maña, la noche silenciosa y rotunda,
La vida que no elegiste se va y con ella la alegría que es poca,
Sin apegos se apaga, pagas tú la cuenta y el asesino se aleja.
Scotland Yard dirá que es un espíritu y no lo encuentran.
Buscaron en todos lados, encima y debajo de la última roca,
Pero no en tu pupila, pupila de niña, lo único que de niña te queda.


El verdugo:

Empuñas el escalpelo con destreza facultativa,
Una llave buscando su cerradura en femenina espalda,
La llave maestra del maestro de llaves, terror de las esquinas,
Terror de la noche, la penumbra y las tinieblas; terrorífica es tu misiva,
Cartero del miedo presentas tus conquistas a tu amiga la parca,
¿Enferma, psicópata, caradura? Cuando la carne se abre, ella se activa.
Reúne antiguas bellezas, las lleva a la morgue, ninguna la esquiva,
Y mientras la policía busca una pista, desde el pelo hasta la falda,
Tú obra te encumbra, la ciudad te tiembla y tú ya vigilas,
Una nueva pupila que lleve impresa tu cara en su última luz.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Juez de menores (Relato)

Hoy no tengo muchas novedades que comentar o, de tenerlas, no debo estar en ánimo de hacerlo. Así pues, cuando me he planteado sobre qué escribir, se me ha venido a la cabeza escribir un microrrelato. Y al preguntarme sobre qué versaría dicho microrrelato me he dicho que estaría bien que fuera una condena ejemplar de esas que imparte el Juez de Menores más famoso de Granada, cuyo blog sigo. Solo que esta vez no sé cómo será la condena porque el señor juez no será él sino que seré yo y el delito está todavía por ser inventado. A ver qué se me ocurre.



Daniel suspiró aliviado, la condena no era severa. Diez horas de servicio a la comunidad cada uno. Un par de días haciendo el chorra el algún sitio y fuera. Para haber tenido una pelea con cuchillos con Curro que afortunadamente solo se había saldado con cortes en los antebrazos de ambos y que paró tan abruptamente como había empezado justo cuando la patrulla de policía paró su coche junto a la parada de autobús donde todo iba corriendo. Solo le quedaba saber exactamente qué harían.

El juez prosiguió, sería en la Cruz Roja de Graná, el sitio que había suplido los objetores del servicio militar con condenados por el Juez hacía ya más de veinte años. Tenían que ir cuatro veces al año y pasar media hora donando sangre. Para ello, debían mantenerse sanos, cumplir los requisitos de idoneidad para donar, no haberse tatuado en los últimos seis meses, no haber tomado aspirina ni ningún otro medicamento en la última semana, no haber mantenido relaciones de riesgo ...

Cuatro veces al año, media hora por vez ... necesitarían cinco años para cumplir las diez horas de condena. Cinco años siguiendo una vida sana, alejado de problemas para chicos de dieciocho años era más de la cuarta parte de su vida. No era una condena a cadena perpetua pero casi. Ya no sonaba tan bien.

Cinco años después, Curro estaba en prisión y Daniel se alegraba. Inicialmente, la condena había sido mucho más severa de lo que había previsto pero cinco eternos años después estaba a punto de acabar tercero de derecho y estaba mucho más cerca de ser Juez de Menores ... y donante asiduo de sangre.

Un saludo, Domingo.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Goteras

Esta semana un compañero nos comentaba que, en el garaje del edificio, su coche era el segundo más viejo. Tiene un BMW que compró hace 15 ó 16 años cuando coincidí con él por primera vez. Sin duda en su casa cuidan los coches porque el de su mujer tiene uno o dos años más. Precisamente bromeé diciendo que en su casa le pasaba lo mismo, también tenía el segundo coche más viejo.

Comentó entonces que el coche de su mujer tiene un gasto anual de reparaciones de entre 100 y 200 euros, dependiendo del tipo de "gotera". Por ahora, les sigue compensando. En el momento en el que llegue una gorda, posiblemente le den pasaporte y compren uno nuevo con la intención de que vuelva a durarles, esperemos, otros 20 años o casi.

El paso del tiempo produce la misma evolución en sistemas animados e inanimados. En personas, animales, coches o casas. Al principio, las goteras son mínimas. Al menos las naturales, que siempre hay algún perro que muerde a otro :-). Después, conforme se van desgastando, surgen lo que realmente solemos llamar goteras. O lo que un conocido solía definir como "los problemas del DNI". Cuanta más edad indica el DNI, más problemas.

En mi caso, independientemente de lo redondo de la edad, mis goteras (las físicas al menos) suelen centrarse en las articulaciones. Y suelen acentuarse cuando cojo dos o tres kilos de más. Si, como es el caso, cojo 5, más se acentúan. La novedad esta vez es que no me han salido en las rodillas sino en el talón de Aquiles. Precisamente yo pensaba que mi talón de Aquiles eran las rodillas pero no, al menos no únicamente ellas.

Visto lo visto, he decidido usar la casa, ahora mismo que no tiene muchas goteras, para intentar arreglar las mías. A ver cómo lo hago pero debería intentar intercalar más actividad física y dieta, por supuesto dieta, entre las actividades de mantenimiento de la casa y sus habitantes. Es mucho suponer pero esperemos que así, cuando la casa tenga goteras, sea yo el que no las tenga. Ya veremos.

Un saludo, Domingo.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Vacaciones y trabajo

Normalmente uno coge semanas "enteras" de vacaciones. De lunes a viernes. Eso hace que, junto al fin de semana anterior y al siguiente, no vaya a trabajar en nueve días. Este año, sin embargo, me he cogido las vacaciones de miércoles a martes. La primera semana trabajé lunes y martes, descansé una semana completa de siete días y volví al trabajo el miércoles de la semana siguiente. Como digo, son siete días de descanso en vez de nueve pero el efecto en las semanas que trabajas es cuando menos curioso. Es como si tuvieras a la vez una semana de vacaciones y dos semanas de trabajo reducido. 

De todas formas, tal como hablaba con Giovanni esta semana, el nivel que a cualquiera nos gustaría alcanzar es el de tener que trabajar por huir del aburrimiento. Si tuvieras la vida resuelta y unas rentas de las que vivir holgadamente, todavía sería interesante tener una rutina, una labor que hacer a la que llamar trabajo hasta que te apeteciera más aburrirte que lo contrario.

A ese nivel no es probable que llegue; desde luego no en los próximos años así que no voy a darle muchas vueltas. Ahora mismo mejor me centro en las cosas que se pueden llamar "trabajo fuera del trabajo". Ese trabajo fuera del trabajo se ha visto incrementado recientemente y, aunque ahora es hasta agradable, llegado un momento no sabemos si se presentará simplemente como trabajo y por tanto desearé no tener que realizarlo. Excepto para huir del aburrimiento. 

Un saludo, Domingo.

sábado, 27 de agosto de 2016

It's been a while

Ha pasado bastante tiempo desde la última entrada. Creo que con bastante diferencia la vez que más tiempo ha pasado entre una entrada del blog y la siguiente. Al menos el motivo principal ha sido bueno, la mudanza que mencionaba en la última entrada acabó y lo que continúa es el "asentamiento" en la nueva casa y las mil cosas nuevas que hacer allí.

El motivo secundario es puramente logístico, no le llega internet al ordenador que normalmente uso para escribir y está costando trabajo que lo haga. Una señal muy baja que rara vez conecta y que, cuando lo hace, no dura mucho. Work in progress, a ver si poco a poco consigo ir limando esas pequeñas asperezas cibernéticas en casa de mis progenitores mientras limpio, fijo y doy esplendor en otras estancias de mi propia casa.

Por otro lado, algo que también ha pasado desde la última entrada es ... un año entero. Al menos eso marca el carnet de identidad. Además, que ya he tenido oportunidad de verlo en algún documento oficial. El mismo día de mi cumpleaños fui a donar plasma así como a incorporarme a la base de datos de donantes de médula. Ese mismo día, en el impreso, aparecía un número divisible entre varias de las potencias de dos. Debo reconocer que fue un tanto chocante pero da la sensación de que ya me he acostumbrado. Y si no me he acostumbrado, tengo 10 años completos para hacerlo :-).

Ya por último, la llegada de septiembre marcará, espero, el comienzo de la operación bikini porque ese par de kilos que he ganado durante el verano me está martilleando los talones y amenaza con darme de baja deportiva durante las primeras jornadas de liga.

Esto es todo por el momento, ahora me voy a ver si celebramos el cumpleaños con la familia como se merece.

Un saludo, Domingo.

sábado, 16 de julio de 2016

De mudanza

No tengo posibilidad de escuchar el sonido en este ordenador pero imagino que sonarán bien Tontxu y EBS cantando el famoso "Corazón de mudanza":
https://www.youtube.com/watch?v=zgEzW03-QhA

Y es que, si se cumplen los pronósticos, esta semana próxima tendré de mudanza todo menos el corazón.

Dicen que la vida son una sucesión de ciclos de siete años. Creo que alguna vez he comentado sobre tal cifra. A riesgo de contradecirme con la vez anterior aunque más bien a riesgo de decir algo muy parecido pero no exactamente igual a lo que dije la última vez, esos siete años pueden tener sentido porque no es ni mucho ni poco pero también puede tener sentido porque si son siete la has clavado y si son ocho no te has equivocado mucho.Algo así me ocurriría a mí pues la mudanza se produciría siete año después de la compra aunque seis después de la boda.

¿Cosas que cambiarán tras la mudanza?. Mucho más trabajo en la casa (o fuera de ella), muchas menos idas y venidas para dar de comer a los perros, menos escaleras, menos vecinos, unos tres minutos más de camino al trabajo ... por nombrar solo unas pocas.

¿Cosas que no cambiarán?. Las obras; la casa seguirá en obras durante un tiempo. De hecho, las obras son ese elemento de incertidumbre que se despejará durante la semana. He consultado a los hados y me han dicho que sí. Mi problema es que los hados no son del todo fiables. A veces es mejor consultar los dados.

Un saludo, Domingo.

sábado, 9 de julio de 2016

Consumismo

Si viviera en Cuba la pregunta que me hicieron ayer hubiera tenido una respuesta muy diferente. Pongámonos en perspectiva. Una lavadora que tiene 6 años se estropea. Llamas al técnico y tras hacer varias pruebas concluye que son "los cojinetes". A continuación llama para pedir un presupuesto. Al acabar la llamada, hay una cifra: 280 euros.

Contesto: "Lo hablaré con mi mujer pero creo que compraremos una nueva". Me mira con una expresión que osaría a definir como perplejidad y entonces el perplejo soy yo. ¿Cómo puede extrañarle que decida no reparar una lavadora de 6 años por 280 euros cuando por poco más tienes una nueva?.

Me dice, es que hay que desmontarla completamente, quitar hasta el tambor para poder cambiar los cojinetes, por eso es la cantidad. No, si yo eso no lo dudo. De hecho, lo entiendo perfectamente. Reparar esa lavadora requiere una serie de horas, ellos tienen un precio por hora ... total tantos euros. De hecho, pregunté luego a mi cuñado y me confirmó que el precio de los famosos cojinetes eran unos 30 euros. Pongamos 60. El problema es que él confirmaba que repararlo tú mismo requiere horas y horas y el riesgo de que no quede bien.

Eso en Cuba no pasaría. Imagino. Y en una sociedad más racional entiendo que tampoco. Y si yo fuera un manitas menos. Pero a pesar de que podría adquirir el conocimiento necesario, no tengo el tiempo para hacerlo y sí el dinero para comprar una nueva por "algo más" de lo que me cuesta que otro la repare. De hecho, ahora que lo pienso, lo mismo aquí también se repara la lavadora. Lo mismo si la dejo en cualquier sitio la verá algún chatarrero que tenga el tiempo y conocimientos, cogerá cuatro piezas de otra lavadora que sí sea un despojo y venderá esta que está prácticamente nueva por 150 euros.

Tiramos una gran cantidad de cosas y con ellas tiramos dinero, cantidades increíbles de dinero. La lavadora es un ejemplo pero hay más: mis libros. Al seleccionar los libros para la mudanza, hubo una gran cantidad de ellos que sabía que no volvería a leer de nuevo. Un libro en cierta forma es como un animal de compañía, merece un dueño que lo quiera y lo lea. Así que decidí darlo a alguien que quisiera leerlos.

No sé cuántos libros son pero pongamos que entre 60 y 100. Digamos que 100 porque es un número más redondo. Diferentes temáticas, diferentes idiomas ... alguien debería estar interesados en ellos. Mi primera idea fue darlos a alguna biblioteca aunque no sé si la gente sigue yendo a las bibliotecas a leer. La segunda fue cobrar un euro por libro. Si dono 100 libros, por poco que me costaran en su momento, estoy donando digamos que 500 euros. Vale que es como cuando vas al cine, no pagas por la copia de la película, pagas por el rato que pasas. Mi forma de ver los libros es similar, no pagué por el objeto físico sino por la lectura. Una vez leídos, si además puedo recuperar algo de la inversión inicial, pues mira.

Y ese recuperar no tiene por qué ser en dinero y no tiene por qué ser para mí. Puede ser para una ONG. Así pues, pensé que lo mismo se podría hacer algo para alguna de las ONGs con las que colabora mi empresa. Al final en la empresas decidieron que no, que era demasiado jaleo. Bueno, pues ya está. Otra opción es donarlos a una obra social. Hablo con un amigo mío que trabaja en Unicaja y me dice que se pone en contacto con la persona que se dedica a la obra social. Al día siguiente me mostraba, digamos que su desilusión, porque la acogida no hubiera sido más efusiva. No valoraré al responsable, sus motivos tendrá, ni a Unicaja. La prueba está en que mi amigo trabaja para ella y se ofreció a moverlo todo, lo intentó y al final simplemente no pudo ser.

La última opción barajada es una ONG que se dedica a ayudar a animales. Veremos si se puede hacer algo. Otra opción sería acercarse a algún mercadillos de estos que tanto gusta a los guiris. La última, posiblemente la ideal, sería la de ponerlos en circulación en alguna de estas aplicaciones que hay para compartir libros pero requiere estar yendo cada dos por tres a Correos y posiblemente que el comprador se gaste en gastos de envío casi el mismo dinero que en comprarlo nuevo (o usado desde otro país). De nuevo, en otra sociedad, en otras sociedades, no pasaría. Y la culpa en parte es mía por formar parte de esta sociedad y por no querer pasarme 100 veces por Correos para darle 100 nuevas vidas a 100 viejos libros.

Un saludo, Domingo.

sábado, 2 de julio de 2016

Cosas que hacer antes de los 40

El jueves pasado firmé la venta de la que ha sido mi casa durante los últimos años. Es la primera vez que asisto a la venta de una casa en la que yo he vivido. Tras correr y correr e ir aquí y allá, acabamos en el Leroy Merlín. Debían ser las 9 y media de la noche, no habíamos cenado y todavía había que ir a echarle de comer a los perros así que decidimos entrar en la cafetería y pedirnos esos bocadillos de carne que tanto había recomendado uno de los amigos del trabajo.

Los trajeron y tal como ya me habían anunciado, el tamaño era considerable y el sabor exquisito. Le di un par de mordiscos a una de las dos mitades en que los habían dividido y entonces caí en que podía dejarme llevar por esa corriente que tiende a publicar fotos de lo que come en su Facebook, Instagram o lo que sea y compartirlo con los amigos. Sin embargo, yo solo lo compartí con el grupo de Whatsapp que tenemos para la hora de la comida en el trabajo. Un número muy reducido de personas, cuatro, del cual el consiglieri era uno de ellos.

Envié la foto sin mencionar nada más y al par de minutos ya tenía respuesta:
- Leroy Merlín, ¿verdad?, ¿Qué tal están?

Respondí que sí en alemán, con la duda de si se entendería bien o no. Luego me preguntaron por cómo había ido todo con la compraventa y entonces fue cuando escribí lo que da título a esta entrada. Vender una casa y probar los bocadillos de carne de la cafetería del Leroy Merlín: dos cosas tachadas de la lista de cosas que hacer antes de cumplir los 40.

Se lo radié a mi mujer mientras lo escribía y entonces me preguntó ...
 - ¿Ahh, pero tienes una lista?
- No, no la tengo pero es lo que he escrito.

Y luego, en los días posteriores, he estado pensando que quizás no hubiera estado mal tenerla. O quizás hubiera sido muy depresivo. Al fin y al cabo, como dice esa cita que he escuchado varias veces, la vida es lo que te ocurre mientras persigues tus sueños. O como aquel periodista francés en Japón que fue invitado a una casa local para descubrir que todos los muebles eran coloniales y al preguntar si no había allí nada típico japonés recibió como respuestas que allí, todo lo que NO se veía, era japonés.

Así pues, todo lo que probablemente no estaría en esa lista, sería lo conseguido antes de los 40. Visto así, no sabemos si al final esos dos puntos, la venta y los bocadillos, deberían contar a favor o en contra. Lo seguiré pensando y lo mismo para cuando cumpla los 40 ya me he decidido.

Un saludo, Domingo.

sábado, 18 de junio de 2016

El más grande

Con sus poco más de 3 kilos era el más pequeño. Sin embargo, se ve que el peso o el volumen son malas medidas para el vacío que no es sino la ausencia de todo, peso o volumen. Desde que se fue, especialmente esta semana, he tenido la sensación de que los 7 perros que me recibían eran solo una fracción de aquellos que solían hacerlo no hace tanto. Es una sensación muy extraña porque cuentas: uno, dos ... y así hasta siete. Y te das cuenta de que, efectivamente, solo falta uno y era además el más pequeño. Sin embargo, ese 3% de peso que falta, ese 12,5% de animales que no están, se antojan algo así como un 30%. Curiosidades de nuestra mente. Incluso cuando les doy de comer. El que come solo sigue comiendo solo y no noto diferencia. Los dos que comen aparte, siguen comiendo aparte y no noto diferencia. Y los cuatro que comían a continuación, con uno de ellos sobre la mesa para que pudiera comer en paz siguen siendo cuatro pero contando casi como tres y pico porque sigue faltando algo.

En cualquier caso, se avecinan tiempos de cambio. En el trabajo, la mudanza a la nueva casa ... en cierta forma una nueva vida empezará a mitad de año. Mi foto en el Whatsapp es una tarta de Navidad, con un 2016 pintado y a medio comer. El comentario: "el 2016 está medio comido ya". Y no es que lo esté ahora, es que ya lo estaba cuando tomé la foto el 1 de enero. Así pasa el tiempo.

Un saludo, Domingo.




sábado, 11 de junio de 2016

Cara de fumaíllo

Esta es una historia de amor con final triste que empieza con un intrascendente dato técnico posiblemente desconocido para los lectores del blog: Mi móvil es un móvil chino. Este incontrovertible dato, además, debe leerse como que el fabricante tanto del móvil como de los componentes es chino. Quedaría por saber si es un original chino o una copia china del original chino. Creo que el caso es el primero. Lo compré hace dos años porque quería un móvil de 2Gb de RAM y cierta potencia por la mitad de lo que solían costar móviles similares de marcas conocidas en Occidente.

Continúa con otro dato que sí debe ser más conocido para los lectores del blog. Soy donante de sangre. Esta semana, si no me he equivocado en las cuentas, llegué a las 130 donaciones. Al llegar al Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Málaga me encontré con que había una cierta cola, inusual salvo que regalen algo o hayan hecho algún tipo de llamamiento y que incluso había una unidad móvil de Telecinco grabando lo que llamaban "un falso directo" que debían emitir esa misma noche en el telediario y al día siguiente en el matinal.

Y acaba, como decía, con un final triste. Al llegar a la casa, nunca nos recibirá Pachitto con su "Panchi-rally" ni tendré que subirlo a la mesa para que pueda comer tranquilo sin la preocupación de que cualquiera de los otros le quite la comida.

Casualidades e ironías de la vida, el lunes, tras ir a donar sangre, les daba de comer a los perros. Pancho, subido a su mesa, se negaba a comer. No era inusual, pasaba con cierta frecuencia, sobre todo si el día anterior había comido bastante. Yo lo subía y lo bajaba con una mano, sin esfuerzo alguno. Su peso: 3,5 kilos. Su raza: cruce de Chihuahua con, quizás, Caniche. Los ojos saltones, hocicorto ultrafino y carilla de fumaíllo.

Pensé que dentro de unos años estaría tan mayor que quizás no sería conveniente cogerlo de esa forma. Por otro lado, la diferencia de tamaño con los otros y su miedo a ser arrollado por ellos en cualquier carrera inconsciente seguiría haciendo necesario darle de comer aparte. Me equivocaba.

Aparentemente tenía alguna enfermedad latente que se manifestó tras un mordisco de la que es a la vez la más pequeña e infantil y la segunda más grande en volumen. Un juego/combate desigual. Lo llevé al veterinario y suturaron las lesiones cutáneas, de poca preocupación, sin anestesia porque era tarde y no era conveniente que un perro despertara de la anestesia en la casa donde los profesionales capaces de identificar los problemas secundarios de la misma brillan por su ausencia. Ni se movió cuando le echaban los tres puntos: era tan duro como pequeño.

De madrugada me despertaron los ladridos lastimeros y, como no se le pasaban, lo llevé a urgencias. Solo pudieron comprobar que estaba muy dolorido pero no apreciaron nada que pudiera ser el origen de las molestias. Le inyectaron un calmante y el perro, mucho más tranquilo, volvió a casa. Descansando lo dejé y me fui a trabajar temprano con la intención de así volver antes y poderlo llevar al veterinario en caso de ser necesario.

Al volver por la tarde, no había probado bocado, se había bebido toda el agua y estaba tirado en el suelo echo un trapo. Alarmado lo llevé al veterinario y al llegar vi que la orina tenía un color rojizo. Del veterinario de nuevo al hospital. Se quedó hospitalizado con gran alivio por mi parte porque pensé que el perro no iba ni a durar unas horas. A ello habían contribuido unas miradas entre los veterinarios cuando descubrieron que lo que había en la orina era bilirrubina, indicativa de fallo hepático.

Al día siguiente, el perro no se encontraba mucho más animado pero al menos los análisis mostraban señales de progreso. Yo seguía confiado. Y más al tercer día cuando, tras jugar al fútbol, fui a visitarlo y lo encontré de pie. Estuvo de pie, en su jaula, durante todo el tiempo que yo estuve allí. Su estabilidad no era la mejor pero poco más se podía pedir a un perro que había esquivado la muerte varias veces y estaba ahora centrado en conseguirlo otra más. No lo pedí pero me lo dio, un par de veces acercó su minihocico ultrafino a mi mano como si me acariciara él a mí en vez de yo a él. Y carilla de fumaíllo, Esta vez con razón pues a su estado de gravedad se le debía unir el efecto de la medicación. Quise sacar el móvil para hacerle una foto. Pero era inútil porque la actualización de software que el fabricante chino había sacado para ese modelo la semana anterior solamente tenía un fallo: abrías la cámara y nada se veía, todo estaba negro. Tan negro como el negro de la foto cuando apretabas el interruptor virtual.

Ayer, en cambio, me llamó el veterinario. Algo parecido, salvando las distancias, a cuando falleció mi abuelo. Con el fallo hepático en remisión ahora había señales, muy intranquilizadoras de fallo renal y también de posibles problemas de coagulación. Un par de horas después vendría la confirmación. La confirmación de esa tristeza que te recuerda cualquier cosa que ves, cualquier cosa que escuchas y que no puedes sino relacionar con tal o cual cosa, relacionada con tal o cual otra y que invariablemente acaba en el ser perdido. Independientemente del número de patas. La confirmación de que , la historia de amor, pues dije que era una historia de amor, efectivamente tendría final triste.

Así pues, el lector avezado habrá notado ya que han quedado justificadas las menciones la móvil chino, a la donación de sangre y a la tristeza del final Sin embargo, la historia de amor no lo ha hecho todavía y es simplemente porque así es como quisiera acabar la entrada y como quisiera recordar a Pancho, sus "Panchi-Rallies" y su carilla de Chihuahua, esa que auxiliares de veterinaria o veterinarios coincidían en calificar de "muy simpática", calificativo que, ciertamente, hace más justicia que el titular de la entrada.

Pancho o Panchitto, apareció hace unos años por el campo. Acompañaba a otro perro que, por algún motivo, visitaban a los nuestros. El otro parecía vagabundo. Él no lo era. No tenía chip pero tenía collar y una vez vino con una cuerdecita cuidadosamente atada al collar, señal de que se había escapado. No era un perro maltratado pero por alguna razón la búsqueda del amor le invitaba a abandonar su hogar. Al principio pensamos que era simplemente algo físico, hormonal, por no estar castrado. Pero era algo más que eso.

De natural miedoso, tardó cerca de un mes en dejarse acariciar y cuando ya parecía que era uno más del grupo, desapareció para volver a las varias semanas con la anteriormente mencionada cuerda atada al collar. Volvió para no irse más, para pasar todo el tiempo que pudo al lado de su amado. Esa conexión que desafía la mera explicación de que Scotty era un animal castrado y la ausencia de olor que ello provoca puede ser interpretado por los machos no castrado como olor a hembra.

Panchitto recibió su chip, fue chipado como diría un veterinario, fue castrado con la esperanza de que la compulsión que tenía por montar al que ya considerábamos "su novio" fuera desapareciendo a la misma vez que la cantidad de testosterona que todavía circulaba por su sangre. No lo hizo. Ni lo hizo años después de castrado. Y lo que es todavía más sorprendente, Scotty en vez de reñirle como hace con cualquier otro perro, ya le triplique en altura y peso, se dejaba masajear los cuartos traseros pues, debido a la diferencia de tamaño, era lo único que conseguía.

El martes hasta me dio la sensación de que me preguntaba por él. Es de esos perros que parecen personas y a los que solo les falta hablar. Pero clara y lamentablemente no lo son ni pueden hablar. Posiblemente en unos días ya se habrá olvidado de su novio. No es posible sino seguro que yo ya he derramado más lágrimas recordando esa cara de fumaíllo de las que él jamás podrá verter. Pero así son las historias de amor, sobre todo las tristes que no por tristes dejan de ser de amor.

Un saludo, Domingo.

sábado, 21 de mayo de 2016

Jugando al billar

Hace unas semanas trajeron un billar a la zona de recreo de la empresa y de vez en cuando me pasaba por allí a ver si había alguien jugando. Una de las veces me encontré con tres compañeros, con la misma categoría que yo aunque en un equipo diferente. Los cuatro estamos (o estábamos) preparándonos además la misma certificación.

Luego, hemos coincidido varias veces allí y hemos jugado tres o cuatro partidas. Normalmente formamos dos equipos mixtos pues de los cuatro, dos somos españoles y los otros dos, inglés e irlándés si no recuerdo mal.

El irlandés es, precisamente, el que juega mejor con muchísima diferencia. Fue algo que sospeché la primera vez que lo vi entrar. No sé todavía muy bien por qué porque nunca habíamos hablado de ello ni demostró ninguna actitud que lo delatara. Simplemente entró de forma casual y quizás fue eso lo que despertara mi sentido arácnido. ¿Quién sabe?

El caso es que cuando golpeó el primer par de bolas ya quedó bastante claro que los demás podríamos jugar mejor o peor pero él simplemente sabía jugar. Está o estaba apuntado a algún tipo de club y nos cuenta cosas acerca de cómo juegan, qué normas usan, etc.

No necesariamente relacionado con lo que nos cuenta, ya sabía que hay infinidad de normas, quizás tantas como jugadores (todos los que hemos jugado, lo hemos hecho alguna vez con alguien que seguía unas normas ligeramente diferentes. O incluso nos las hemos inventado, tal como hacíamos Jesús y yo hace unos años para alargar las partidas, maximizando el dinero y la diversión al forzarnos a embocar las bolas en orden numérico.

Lo que no sabía, aunque debía habérmelo imaginado por razones como la anteriormente mencionada así como la afición angloparlante por las apuestas es que se pueden llevar las cosas mucho más lejos. Tanto más lejos cuanta mayor sea la habilidad de los participantes con el taco y las bolas de billar.

Por ejemplo, Cada mes ponen un bote dedicado a un juego en concreto. Quien desea jugar, echa un euro al bote. A continuación, coloca las bolas, abre y debe intentar embocar tantas bolas como pueda sin fallo. Si sucediera que emboca las 15 bolas, volvería a poner todas las bolas, volvería a abrir y continuaría. Cuando el inevitable fallo se produjera, se contaría el número de bolas embocadas de forma consecutiva, pongamos que 20, y esa sería la marca a batir Si nadie en el mes bate la marca, la persona se lleva el bote. Por otro lado, si el bote es goloso y uno es habilidoso, solo tendría que echar un nuevo euro y probar suerte.

Independientemente del bote, tiene pinta de ser un juego divertido para los principiantes. Es algo que habrá que probar. Lo que veo más complicado es alcanzar el récord que nos contaba este compañero de alguien que embocó 77 bolas sin fallo. Dicho de otra forma, abrió cinco veces, metió las 15 bolas cada vez que abrió, abrió una sexta vez, embocó la primera, la segunda ... y falló.

Eso me hizo pensar en otras situaciones, lo que normalmente llamamos "la élite" de personas que hacen cosas muy difíciles y lo hacen muy bien y durante mucho tiempo. En muchos casos además la precisión que alcanzan es más de máquina que de persona. Hablo de algo tan positivo como un jugador de billar, un futbolista, un tenista, cualquier otro deportista, el creador de un sistema operativo,  o algo tan negativo como un francotirador, un asesino en serie, un ladrón de bancos, un creador de virus informáticos ...

Al final la habilidad es la misma. Es la sociedad, los genes (los efectos de miles de sociedades pasadas) y no sé muy bien qué más lo que convierte a una persona con potencial en un héroe o un villano, un policía o un ladrón, un pintor o un falsificador ... ¿Cuántos falsificadores no habrán sido poseedores de una técnica pictórica aún más depurada que la de aquellos a los que imitaban? ¿Cuántos niños soldado acaban con la inocencia de otros niños solo porque hubo alguien que así lo hizo con la suya?

Y una vez llegado a este punto, sabiendo o al menos pensando que muchas de esas personas no tienen sino la opción de ser lo que la sociedad les marca ¿Quién soy yo para criticarlos?. Critica el pecado, compadécete del pecador, creo que decía el dicho cristiano. Se empieza jugando al billar y se acaba compadeciéndote de un terrorista y apenándote por no hacer nada al respecto. Creo que voy a tener que dejar de jugar al billar con gente habilidosa. Quizás lo mejor sea jugar yo solo, poner un euro cada vez que juego y, al final del mes, llevármelo yo solo.

Un saludo, Domingo.