sábado, 14 de mayo de 2016

Arcoíris doble

Ayer fue día de arcoíris doble y esta vez supe algo má de por qué ocurría. Hará un año leí un libro de un profesor estadounidense famoso tanto por sus conocimientos como por su forma de divulgarlos. Entre otras cosas comentaba cómo buscar arcoíris en cualquier fuente o aspersor que generara una cierta cantidad de agua en suspensión. Si no recuerdo mal, bastaba con que hubiera sol y que estuviera colocado a tus espaldas mientras tú mirabas hacia el conjunto de gotas en suspensión. En esta posición, mirando primero hacia la sombra de tu cabeza y luego levantando la vista unos 20 ó 30 grados, ya podrías ver un bonito arcoíris.

Indicaba también que era relativamente fácil encontrar un doble arcoíris y factible, aunque extremadamente raro, encontrar el triple arcoíris. Ayer, fui no solo testigo de uno doble sino que además el arcoíris primario además de ser extremadamente bello y bien formado, se escondía en la base de las montañas que se sitúan a unos cientos de metros de mi casa. Era como si naciera allí, algo que nunca había visto. Por supuesto, había muchísimas personas fotografiándolo, yo una de ellas.


Cuando fui a compartir la foto con algunos amigos, me encontré con que otros, de otra parte de Málaga, ya lo habían hecho.


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